Cold Brew con Vainilla Natural – Elegancia aromática en frío

Entre todas las formas de saborizar un cold brew, la vainilla natural es quizás la más elegante. Su perfil suave, cálido y ligeramente dulce potencia las notas del café sin opacarlas. A diferencia de los jarabes artificiales, usar vainilla real le da al café una profundidad aromática sutil y envolvente, ideal para quienes buscan una bebida refinada.


¿Por qué vainilla natural?

La vainilla en vaina o extracto puro contiene compuestos volátiles que, al combinarse con los aceites del café, generan una sensación aterciopelada y sofisticada. Además, armoniza con perfiles de café con notas a chocolate, frutos secos o caramelo.


Ingredientes:

  • 80 g de café molido para cold brew (molido grueso)
  • 800 ml de agua filtrada fría
  • 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla pura (sin azúcar)

Preparación:

  1. Abrí la vaina de vainilla a lo largo y raspá las semillas.
  2. Mezclá el café molido con las semillas y la vaina entera.
  3. Colocá todo en un frasco grande o jarra con el agua fría.
  4. Tapá y dejá reposar en la heladera por 16 a 20 horas.
  5. Filtrá el cold brew con un paño de algodón o filtro de papel.
  6. Serví frío, solo o con un chorrito de leche.

Variaciones:

  • Usá extracto de vainilla en vez de vaina si querés un método más rápido.
  • Probalo con leche de almendras para un maridaje más completo.
  • Agregá una pizca de canela si buscás un perfil especiado.

¿Cómo disfrutarlo?

Ideal para el desayuno, una pausa de media tarde o como aperitivo no alcohólico. Su aroma es envolvente y su sabor, reconfortante sin ser invasivo.

Es una receta perfecta para introducirse en el mundo del cold brew saborizado sin caer en excesos ni perder el protagonismo del café.