Godiva: Del atelier familiar a ícono global del chocolate fino

Hablar de Godiva es hablar de lujo, elegancia y tradición. Fundada en 1926 en Bruselas, esta marca de chocolate belga ha logrado expandirse a más de 100 países sin perder su esencia. Con bombones envolventes, trufas irresistibles y una estética refinada, Godiva se convirtió en sinónimo de regalo perfecto y placer sofisticado.

Un nombre con historia y leyenda

El nombre Godiva rinde homenaje a la legendaria Lady Godiva, una noble inglesa del siglo XI que, según cuenta la leyenda, cabalgó desnuda por las calles de Coventry para protestar contra los altos impuestos que su esposo imponía al pueblo. La marca adoptó su imagen como símbolo de coraje, generosidad y refinamiento.

Los inicios de una pasión

Joseph Draps, maestro chocolatero y fundador de Godiva, abrió su primera tienda en Bruselas con una misión clara: elevar el chocolate a una forma de arte. Sus bombones, elaborados a mano con rellenos suaves, licores, cremas y frutos secos, rápidamente se destacaron por su textura delicada y presentación impecable.

En 1968, Godiva recibió el título de proveedor oficial de la corte real belga, consolidando su prestigio.

Productos emblemáticos

Godiva ha logrado conquistar paladares en todo el mundo con una variedad de productos que combinan tradición y tendencia:

  • Trufas rellenas: sabores clásicos y gourmet como champagne, cheesecake de frambuesa o matcha.
  • Cajas de bombones surtidos: el corazón de la marca, con diseños elegantes para ocasiones especiales.
  • Tabletas de chocolate negro, con leche y blanco, con rellenos como caramelo, almendras o flor de sal.
  • Fresas frescas bañadas en chocolate, uno de sus productos más populares en boutiques.

También han incursionado en helados, bebidas calientes y productos listos para regalar en celebraciones.

De Bruselas al mundo

A partir de la década del 70, Godiva comenzó una expansión internacional estratégica, abriendo boutiques en Nueva York, París, Tokio y Dubái. Hoy sus locales combinan la venta de chocolate con cafetería de autor, catas y experiencias de lujo accesible.

A pesar de que desde 2007 pertenece a un grupo internacional, la marca mantiene su imagen belga y su legado artesanal como parte esencial de su identidad.

Una marca que se reinventa

En los últimos años, Godiva ha apostado por productos sin azúcar añadido, opciones veganas y líneas “grab & go” para públicos más jóvenes. También trabaja en sostenibilidad, impulsando el uso de cacao ético y empaques reciclables.