Dolce Gusto es otro sistema de cápsulas del grupo Nestlé, pero con un enfoque muy distinto al de Nespresso. Su principal característica es la variedad: no se limita al espresso, sino que ofrece una amplia gama de bebidas que van desde café con leche hasta chocolate caliente, cappuccino, té y bebidas frías. Está pensado para toda la familia y para quienes valoran la comodidad por encima de la pureza del café.
Las cápsulas de Dolce Gusto son de plástico y tienen una forma redondeada, distinta al formato de aluminio de Nespresso. Muchas de sus bebidas requieren el uso de dos cápsulas: una con café y otra con leche en polvo. Esto permite preparar bebidas espumosas sin necesidad de espumadores externos. La máquina, con una bomba de presión de 15 bares, logra una buena textura, aunque no iguala el nivel de un espresso profesional.
Uno de sus mayores aciertos es la simplicidad de uso. El usuario elige manualmente la cantidad de agua, siguiendo una guía impresa en la cápsula, lo que permite cierto control sobre la intensidad de la bebida. En los modelos automáticos, este proceso se ajusta con una palanca o botón, mejorando la experiencia sin complicaciones.
La accesibilidad de las cápsulas es también una ventaja: se venden en supermercados, tiendas online y muchas veces a precios más bajos que otros sistemas. La variedad de sabores atrae a jóvenes, estudiantes y familias que desean un café “rico y rápido”, más que una experiencia gourmet.
En definitiva, Dolce Gusto es una puerta de entrada al mundo del café en cápsulas, con una propuesta amplia, desenfadada y orientada a la practicidad. Si bien no está dirigida al purista del espresso, cumple perfectamente su función en hogares donde se busca sabor, rapidez y variedad sin complicaciones.