El café ya no se toma solo caliente o con leche. En los últimos años, una tendencia burbujeante se impuso en cafeterías de especialidad de todo el mundo: el Coffee Tonic. Esta bebida combina café (generalmente espresso o cold brew) con agua tónica, creando una mezcla inesperada de amargor, dulzura, acidez y frescura. Y sí: es más que un experimento curioso. Bien hecho, es una de las formas más refrescantes y elegantes de tomar café.
Aunque su origen no está claramente definido, muchos ubican su nacimiento en Escandinavia, donde el café de filtro y los sabores limpios son parte de la cultura diaria. Luego, el coffee tonic se extendió por Estados Unidos, Australia y Asia, hasta convertirse en un must de las cartas de verano en cafeterías contemporáneas.
¿Qué es un Coffee Tonic?
Es una bebida fría compuesta por:
- Agua tónica (bien fría)
- 1 o 2 shots de espresso caliente
- A veces, rodajas de cítricos o hierbas frescas para darle aroma
La clave está en verter el café muy lentamente sobre la tónica y el hielo para que flote por encima. Eso genera un efecto visual de capas, con burbujas que suben desde el fondo y un café intenso en la superficie.
¿Por qué se volvió tendencia?
- Es una bebida ligera, sin leche y sin azúcar
- Combina lo mejor del espresso con lo refrescante de un cóctel sin alcohol
- Tiene un perfil sofisticado: no es para todos, pero quien lo prueba bien hecho… repite
- Es instagrameable y versátil, ideal para jugar con variantes y presentaciones
¿A qué sabe?
Al principio puede parecer extraño, pero es una bebida vibrante:
- El espresso aporta intensidad y notas tostadas
- La tónica le da burbujas, dulzor amargo y un final seco
- Si se le suma cítrico o especias, se transforma en una experiencia completa