Mito o realidad: ¿No se puede tomar café a la tarde?

Una frase muy repetida es: “Yo después de las 5 no puedo tomar café porque no duermo”. Para algunos, eso suena a exageración. Para otros, es una regla inviolable. Pero ¿qué tan cierto es que el café a la tarde arruina el descanso? ¿Es un efecto universal o un mito convertido en costumbre?

Lo cierto es que no existe una hora “prohibida” universal para tomar café, pero sí existen hábitos, creencias familiares y costumbres culturales que generaron esta idea. En muchas casas argentinas, la merienda con café es algo cotidiano y no genera insomnio. En otras, en cambio, se evita después de las 18:00 como si fuera una norma médica.

En realidad, la idea de que no se puede tomar café a la tarde es un mito relativo: para algunas personas es real, para otras no. Hay quienes pueden tomar un espresso doble a las 10 de la noche y dormir como si nada, y hay quienes sienten los efectos incluso con un café suave después de las 17:00.

La diferencia está en la tolerancia individual, el tipo de café y el contexto. Por ejemplo, un ristretto tiene menos cafeína que un café filtrado largo. Un café con leche tiene menos impacto que un cold brew concentrado. Y por supuesto, no es lo mismo tomar café viendo televisión tranquilo que trabajando o viajando.

Muchas veces, el “efecto mental” de creer que el café te va a desvelar es más fuerte que el efecto real de la bebida. Esto se conoce como efecto nocebo: cuando el cuerpo reacciona por sugestión negativa. Así, algunas personas se autoprohíben el café de tarde por temor a no poder dormir, incluso si en realidad tolerarían perfectamente una taza.

También hay factores culturales. En países como Italia o Francia, el café después de cenar es algo común. En cambio, en otras culturas se asocia solo con el desayuno o el trabajo. Es decir, no hay una única verdad, sino muchas creencias arraigadas.

Conclusión: tomar café a la tarde no es “malo” ni está prohibido. Depende de tu cuerpo, tu rutina y tu forma de vivir el café. Y si un día sentís que una taza después de merendar te activa demasiado, siempre podés optar por un descafeinado o un café suave sin renunciar al ritual.

Este artículo es informativo y no tiene fines médicos. Cada persona puede observar su respuesta y elegir cómo y cuándo disfrutar su café.