Elegir un molinillo de café puede parecer una decisión sencilla, pero en realidad es uno de los pasos más críticos en la búsqueda de una buena taza. Un molinillo mal elegido puede arruinar incluso el café más fresco y caro. En este artículo veremos los errores más frecuentes que cometen tanto principiantes como usuarios experimentados, para que puedas evitarlos con confianza.
1. Elegir un molinillo de cuchillas
Este es el error más común. Los molinillos de cuchillas “pican” el grano como una licuadora, sin control sobre el tamaño ni homogeneidad de la molienda. El resultado es una mezcla de polvo y trozos grandes, lo que arruina la extracción y produce sabores amargos o aguados. Aunque son baratos, no son aptos para preparar un buen café, ni en prensa francesa, ni en moka, ni mucho menos en espresso.
2. No considerar el método de preparación
Cada método requiere un grosor distinto de molienda: el espresso necesita molienda fina; el V60, media-fina; la prensa francesa, gruesa. Comprar un molinillo sin ajustes adecuados puede limitar tus opciones. Muchos compradores se frustran cuando descubren que su molinillo no sirve para el método que usan. Siempre asegurate de que el modelo tenga ajuste de molienda para tu método favorito.
3. Ignorar la retención de café
Algunos molinillos dejan restos de café molido dentro del mecanismo (lo que se llama “retención”). Eso puede parecer menor, pero afecta el sabor y hace que en la próxima molienda tengas residuos viejos mezclados con café fresco. Si preparás una taza por vez, buscá molinillos de baja retención o tipo “single dose”.
4. Priorizar solo el diseño o el precio
Un molinillo puede ser hermoso, compacto o barato, pero si no muele bien, no sirve. Muchas marcas enfocadas en estética descuidan el rendimiento técnico. Elegí siempre funcionalidad por encima de apariencia, sobre todo si valorás la calidad en taza.
5. Comprar un molinillo profesional sin necesitarlo
Algunas personas compran modelos comerciales para el hogar pensando que será mejor, pero esos equipos suelen ser más ruidosos, voluminosos y requieren mantenimiento más frecuente. Un molinillo hogareño de buena calidad es suficiente para la mayoría de las situaciones domésticas.
6. No investigar la calidad de las muelas
Las muelas pueden ser de acero inoxidable o cerámica, planas o cónicas. No todas tienen la misma durabilidad ni precisión. Algunas se desafilan rápido o producen exceso de calor. Elegí marcas reconocidas y buscá especificaciones claras sobre el tipo y material de las muelas.
7. Desestimar el servicio técnico o repuestos
Algunos molinillos excelentes en rendimiento tienen un gran defecto: no hay repuestos disponibles en tu país o el fabricante no ofrece servicio técnico. Esto es clave si vas a usarlo todos los días. Siempre investigá la disponibilidad local de repuestos y asistencia.
8. No considerar el ruido o el tamaño
Especialmente en el hogar, un molinillo muy ruidoso o demasiado grande puede volverse molesto. En departamentos pequeños o durante la mañana, el ruido puede ser un problema. Revisá siempre las dimensiones y nivel de decibeles del modelo.
Conclusión:
Un buen molinillo es una inversión, no un gasto. Evitar estos errores comunes te ahorrará dinero, frustraciones y sobre todo, te asegurará una experiencia de café mucho más rica y controlada.