Café y digestión: beneficios y precauciones para el estómago

El café, además de ser una bebida estimulante, tiene efectos notorios sobre el sistema digestivo. Muchas personas lo consumen por la mañana no solo para despertarse, sino también porque les ayuda a activar el tránsito intestinal. Esta acción se debe en parte a la cafeína, pero también a otros compuestos que estimulan la motilidad del colon.

El café puede estimular la secreción de ácido gástrico, lo que en algunas personas puede facilitar la digestión de ciertos alimentos. Sin embargo, este mismo efecto puede generar molestias en quienes sufren de gastritis, reflujo gastroesofágico o úlceras, ya que el aumento del ácido puede irritar la mucosa gástrica.

Otro punto importante es que el café puede relajar el esfínter esofágico inferior, favoreciendo el ascenso de ácido al esófago, lo cual contribuye a la sensación de acidez o ardor. Por este motivo, en personas con tendencia al reflujo, se recomienda moderar el consumo o elegir cafés menos ácidos, como los de tueste oscuro o descafeinados.

En cuanto al intestino, muchas personas notan un efecto laxante leve, especialmente si el café se toma en ayunas. Este fenómeno es completamente normal y no representa un problema de salud, salvo en casos de colon irritable o enfermedades intestinales inflamatorias, donde podría intensificar los síntomas.

También es importante recordar que el café puede interferir en la absorción de algunos minerales como el hierro, especialmente si se consume junto con las comidas.

En conclusión, el café puede tener efectos digestivos beneficiosos o irritantes, según la persona. Escuchar al cuerpo y adaptar el consumo es clave para disfrutarlo sin inconvenientes.

Este artículo es solo informativo. Ante síntomas digestivos persistentes, se recomienda consultar con un profesional de la salud.