Uno de los secretos para que una cápsula reutilizable funcione bien y brinde un café sabroso está en cómo se rellena. Aunque el proceso es sencillo, pequeños errores en la dosificación, compactación o cierre pueden hacer que la extracción falle, que el café salga aguado o que no se forme crema. Aquí te explicamos paso a paso cómo rellenar correctamente una cápsula reutilizable, con consejos prácticos para mejorar el resultado en taza.
🔧 Paso 1: Verificá que la cápsula esté limpia y seca
Antes de rellenar, asegurate de que la cápsula esté completamente limpia y seca. Restos de café anterior o humedad pueden afectar la extracción y contaminar el sabor. Si la lavaste hace poco, secala con un paño o dejala al aire unos minutos.
☕ Paso 2: Elegí un buen café con la molienda adecuada
Como vimos en el artículo anterior, lo ideal es una molienda fina-media, parecida a la del espresso. Si la molienda es muy gruesa, el café saldrá débil; si es muy fina, puede bloquear la salida del agua. Usá café fresco, de tueste medio a medio-oscuro, para obtener buena crema y cuerpo.
⚖️ Paso 3: Llená la cápsula con la dosis justa
La mayoría de las cápsulas reutilizables aceptan entre 5 y 6.5 gramos de café. Podés usar una cuchara medidora o una balanza de precisión para aprender cuánto entra en tu modelo. Verté el café de forma pareja, sin compactar aún.
👇 Paso 4: Nivelá y compactá suavemente
Usando la parte trasera de la cuchara o un tamper pequeño, compactá ligeramente el café. No hace falta ejercer mucha presión: solo lo suficiente para evitar huecos de aire. Una presión excesiva puede dificultar el paso del agua o hacer que la máquina no funcione correctamente.
Nivelá bien la superficie con el borde de una cuchara o el dedo para que el cierre sea limpio. Si la cápsula no cierra bien, el café podría salirse o no perforarse correctamente.
🔒 Paso 5: Cerrá bien la cápsula
Colocá la tapa (de rosca, presión o imán, según el modelo). Asegurate de que no haya restos de café en los bordes, ya que eso podría interferir con el sellado o con el sistema de presión de la máquina.
Algunas cápsulas vienen con tapas de acero perforadas, otras usan tapas de silicona o incluso stickers autoadhesivos. En todos los casos, el cierre debe ser hermético y firme.
🔥 Paso 6: Insertá en la máquina y prepará el café
Colocá la cápsula como si fuera una original, sin forzar. En algunos modelos puede hacer más resistencia, sobre todo si es de acero, pero no debería sentirse trabada. Iniciá la preparación y observá el flujo: si sale muy rápido y sin crema, posiblemente necesitás más café o una molienda más fina. Si no sale o gotea, puede estar demasiado prensado.
💧 Paso 7: Limpieza inmediata
Una vez que termina la extracción, esperá unos segundos y retirala. Abrí la cápsula, vaciá el café usado (ideal para compostar) y enjuagá con agua. No uses detergentes fuertes. Si la cápsula es de acero, podés dejarla secar al aire; si es de plástico, secala para evitar malos olores.
Consejo adicional:
Hacé pruebas con diferentes cantidades y grados de molienda. Tomá nota de los tiempos de extracción y del resultado en taza. Con práctica, lograrás un café que compita —o incluso supere— al de muchas cápsulas comerciales.
Conclusión:
Rellenar una cápsula reutilizable correctamente es cuestión de práctica y atención al detalle. Con los pasos adecuados, vas a lograr una bebida sabrosa, personalizada y mucho más económica y ecológica que las opciones descartables. Y, lo mejor: cada taza será una creación tuya.