Errores Comunes con AeroPress: Cómo Detectarlos y Corregirlos

Aunque la AeroPress es una herramienta amigable y versátil, hay errores frecuentes que pueden arruinar la extracción y frustrar al usuario. Reconocerlos y corregirlos es clave para lograr consistencia y sabor excepcional en cada taza.

1. Molienda inadecuada

Uno de los errores más comunes. Si es muy fina, cuesta presionar y el café queda amargo. Si es muy gruesa, el café sale débil y aguado. Usá una molienda media a media-fina como punto de partida, y ajustá según la resistencia al presionar y el sabor.

🌡️ 2. Agua muy caliente

Usar agua hirviendo (>95 °C) quema el café y genera sabores amargos. Lo ideal es usar agua entre 80 °C y 90 °C, especialmente si el café es de especialidad o tiene notas frutales.

🌀 3. No remover o agitar mal

Una agitación inadecuada genera una extracción dispareja. Es importante remover suavemente al inicio para humedecer todo el café. Agitar demasiado fuerte, en cambio, puede romper la molienda y hacer que se extraiga de más.

⏱️ 4. Tiempo de infusión excesivo o muy corto

Extraer en menos de 30 segundos da café subextraído. Dejarlo más de 3 minutos produce sabores amargos. En general, los mejores resultados se logran con 1:30 a 2 minutos de contacto con el agua.

🔄 5. Sellado incorrecto (en método invertido)

En el método invertido, si no encajás bien el émbolo o no girás con cuidado, puede haber fugas o derrames. Es clave practicar el giro con seguridad y usar una taza amplia para evitar accidentes.

🧽 6. No limpiar bien entre usos

Los restos de aceites y micro residuos afectan el sabor si no se limpian. Enjuagá todo con agua caliente después de cada uso, especialmente el émbolo y el anillo de goma.

🧪 7. No pesar ni medir

Preparar “a ojo” lleva a resultados inconstantes. Usá balanza y cronómetro: el café también es química, y repetir una buena fórmula depende de controlar las variables.


Consejo: Anotá tus recetas, resultados y sensaciones. Corregir errores parte de observar lo que hiciste y cómo influyó en la taza. El buen café no nace de la suerte, sino de la constancia.