Suchard – El blanco (y el negro) que estaban en todos lados
Si creciste en Argentina entre los 80 y los 2000, hay un alfajor que probablemente apareció muchas veces en tu merienda, incluso aunque no lo hayas pedido: el alfajor Suchard. El blanco fue el más conocido, pero también existió su versión negra, menos famosa pero mejor valorada. Hoy ambos están fuera del mercado, pero siguen vivos en la memoria colectiva de una generación.
El Suchard blanco tenía una cobertura de glasé suave, con ese toque levemente crocante que se deshacía al morderlo. Estaba relleno con dulce de leche cremoso, y sus tapas eran finas y esponjosas.
No era un alfajor para impactar. No tenía una explosión de sabor ni una cobertura intensa. Pero estaba siempre: en el kiosco, en la mochila, en la estación de tren, en el cajón del trabajo. Era una opción liviana, económica, y para muchos, una elección segura cuando no sabías qué comprar.
Aunque el blanco fue el más visible, también existió un Suchard con cobertura de chocolate negro.
Esta versión tenía la misma estructura que el blanco: dos tapas finas y dulce de leche, pero el baño era de chocolate amargo o semiamargo. Más sabroso, menos dulce, y mejor recibido por los que buscaban algo con más cuerpo.
Era menos común de encontrar, pero tenía sus seguidores fieles, que lo preferían por sobre el blanco. Sin embargo, tampoco sobrevivió a la limpieza de catálogo que llegó años después.
La marca Suchard nació en Suiza, pero en Argentina fue parte del conglomerado de Kraft Foods y más tarde Mondelez International. Durante varias décadas, sus productos estuvieron muy presentes en kioscos y supermercados, especialmente el clásico chocolate con maní.
La línea de alfajores formó parte de ese portafolio y tuvo fuerte presencia en los años 80 y 90, antes de ser discontinuada silenciosamente.
Que paso que desaparecieron? No hay un anuncio oficial, pero las razones son fáciles de imaginar:
- Cambios en los gustos del consumidor (más demanda de chocolate real, menos glasé)
- Pérdida de competitividad frente a marcas como Havanna, Jorgito, Cachafaz o Guaymallén
- Reducción del catálogo de Mondelez a productos de alto volumen o exportables
- Falta de diferenciación: el Suchard blanco era fácilmente olvidable para quien probaba otra cosa mejor
¿Eran tan buenos, en serio?
El debate sigue abierto, eh. Hay gente que lo recuerda con cariño, y otros que dicen que era el alfajor que comías cuando no quedaba otra cosa. En las redes se comenta mucho:
«El alfajor que te regalaban los abuelos cuando no sabían cuál era el rico».
«Estaba siempre, pero no sé si me gustaba tanto».
«El negro era bastante mejor, pero el blanco era el que más se veía».
«No era feo, pero si no estuviera más, tampoco lo extrañaría mucho, salvo por los recuerdos».
El alfajor Suchard, tanto el blanco como el negro, marcaron una época. Quizás no eran los mejores del mundo, pero estuvieron ahí en muchas meriendas, recreos y momentos tranquilos. Y eso, en un mundo de golosinas que aparecen y desaparecen rápido, los hace inolvidables.