Tampado sin presión o desigual: el error que arruina el espresso antes de empezar

Tampado sin presión o desigual

El tampado es uno de los pasos más decisivos en la preparación del espresso, y a menudo el más descuidado. Se trata de compactar el café molido en el portafiltro para formar una pastilla uniforme y resistente, que permita que el agua a alta presión lo atraviese de forma equilibrada.

Cuando se tampea mal (muy flojo, muy fuerte, inclinado o irregular), el agua encuentra zonas de menor resistencia y forma canales de extracción (“channeling”), lo que produce un espresso desequilibrado: sabores metálicos, crema débil o inexistente, y poca consistencia en cada taza.


¿Cómo se hace un buen tampado?

  1. Distribuí el café de forma pareja antes de prensar.
  2. Colocá el tamper bien alineado sobre el café molido.
  3. Aplicá una presión firme (15–20 kg aprox.), ni excesiva ni débil.
  4. La superficie debe quedar completamente nivelada.
  5. No es necesario girar con fuerza: un leve giro puede “pulir” la superficie, pero no corrige errores de nivelado.

Tipos de tampadores (tamper)

  • Manual clásico: el más común. Requiere práctica para mantener nivel y presión constante.
  • Con resorte (presión calibrada): brinda una presión constante predefinida, ideal para evitar errores del usuario.
  • Distribuidor + tamper 2 en 1: primero distribuye el café con un movimiento rotativo, luego compacta. Ayuda a evitar canalización.
  • Tamper eléctrico o automático: presente en cafeterías profesionales. Garantiza presión y nivel exactos en cada uso, eliminando variaciones humanas.

¿Cuándo conviene un tamper eléctrico?

En entornos de alto volumen o si buscás consistencia absoluta, un tampador eléctrico garantiza siempre la misma presión y nivelado. No reemplaza la técnica, pero elimina uno de los factores más variables entre baristas: la fuerza aplicada.