¿Se puede emborrachar con bombones con licor? La verdad sobre su contenido alcohólico

Los bombones con licor tienen fama de ser elegantes, tentadores y algo “peligrosos” por su contenido de alcohol. No es raro escuchar la pregunta: ¿se puede emborrachar comiendo bombones con licor? La respuesta es más compleja de lo que parece, y depende de varios factores como el tipo de licor, la cantidad utilizada, la técnica de elaboración y la tolerancia del consumidor.

En la mayoría de los casos, no es posible emborracharse comiendo bombones con licor de forma normal o moderada. Esto se debe a que la cantidad de alcohol que contienen es muy baja. En un bombón típico, el volumen de licor puede ser de apenas 5 a 10 mililitros, muchas veces diluido o mezclado con otros ingredientes como crema, azúcar o chocolate.

Para tener un efecto similar al de una copa de vino (que contiene entre 12 y 14 gramos de alcohol puro), una persona debería consumir entre 20 y 40 bombones, dependiendo de la receta. Incluso los bombones con licor líquido —los más intensos— contienen una cantidad mínima en comparación con una bebida alcohólica real.

Además, en la fabricación industrial de bombones, la graduación alcohólica está controlada para que el producto sea estable, seguro y apto para su venta masiva. En muchos países existen regulaciones que limitan la cantidad de alcohol permitida en alimentos, especialmente si se comercializan sin restricciones de edad.

Otro punto importante es la absorción del alcohol. A diferencia de una bebida líquida, el alcohol contenido en un bombón se libera de forma más lenta y mezclado con grasas, azúcares y otros componentes, lo que disminuye aún más su efecto sobre el organismo.

No obstante, sí existen excepciones. Algunos bombones artesanales o de edición limitada pueden tener un contenido alcohólico mayor, sobre todo si incluyen relleno puro o licores fuertes sin mezcla. En esos casos, consumir muchos bombones en poco tiempo podría generar un leve efecto, especialmente en personas con muy baja tolerancia o en ayunas.

También hay que considerar que, aunque no generen embriaguez, estos bombones no son recomendables para niños, mujeres embarazadas o personas en tratamiento con medicamentos incompatibles con el alcohol.

En resumen, aunque técnicamente es posible emborracharse si se consume una gran cantidad de bombones con licor muy concentrado, en condiciones normales no representan un riesgo real de intoxicación alcohólica. Su función es aportar aroma, sabor y sofisticación, más que efecto.