Cuando compramos un molinillo, solemos pensar en la marca, el diseño o el precio. Pero hay un detalle técnico que influye directamente en el rendimiento, la velocidad y el sabor en la taza: el tamaño de las muelas. Las muelas (o “burrs”) son los discos o conos que muelen el grano, y su diámetro puede ir desde los 38 mm en modelos manuales hasta los 83 mm en equipos profesionales. ¿Qué significa esto en la práctica? Vamos a desglosarlo.
1. ¿Por qué importa el tamaño?
Una muela más grande tiene mayor superficie de contacto, lo que permite moler más rápido, con menos fricción y menos generación de calor. Esto beneficia tanto la eficiencia como la calidad del molido. Cuanto menor sea el calor durante la molienda, mejor se conservan los compuestos aromáticos del café.
Además, las muelas grandes suelen producir partículas más uniformes, lo que mejora la extracción y la estabilidad del sabor. Por eso, el tamaño influye directamente en el cuerpo, claridad y consistencia del café.
2. Tamaños más comunes en molinillos domésticos
- 38 mm – Compactos y portátiles
Comunes en molinillos manuales como Timemore C2 o Hario Skerton. Son lentos, pero ideales para viajeros o quienes hacen 1 o 2 tazas por vez.
👉 Pros: tamaño reducido, buen rendimiento en métodos filtro.
👉 Contras: molienda más lenta y menos uniforme para espresso. - 48 mm – Manuales premium y eléctricos compactos
Usados en molinillos como 1Zpresso JX y Baratza Sette. Ofrecen buena velocidad y mejor consistencia.
👉 Pros: versátiles para múltiples métodos.
👉 Contras: algo más grandes y caros. - 54 mm – Gama intermedia profesional
Muy comunes en molinillos como el Quamar Q50E, Mahlkönig X54 Home o algunos Eureka Mignon. Buen equilibrio entre capacidad, precisión y tamaño.
👉 Pros: excelente para espresso y filtro, más rápidos.
👉 Contras: ocupan más espacio y requieren más mantenimiento. - 64 mm – Semi-profesionales en casa
Encontramos este tamaño en molinillos como el Eureka Specialita, Fellow Ode Gen 2 (para filtro), Mazzer Mini y versiones moddeadas para “single dose”.
👉 Pros: alta velocidad, consistencia y claridad en la taza.
👉 Contras: precio más elevado y tamaño mayor.
3. ¿Más grande siempre es mejor?
No necesariamente. En casa, moler 20 g en 3 segundos no es tan crítico como en una cafetería. Muchas veces, una muela de 48–54 mm es más que suficiente si valorás precisión y espacio. Las muelas grandes son ideales si hacés espresso con frecuencia, usás varios métodos o buscás resultados profesionales en casa.
Pero también requieren más inversión y mantenimiento. Además, si el molinillo no está bien diseñado, una muela grande no garantiza buen molido: la geometría, el ajuste y la calibración importan tanto como el tamaño.
4. ¿Qué tener en cuenta al elegir?
- ¿Cuántas tazas preparás por día? Si solo hacés una o dos, no necesitás 64 mm.
- ¿Qué método usás? Espresso exige más precisión que prensa o moka.
- ¿Espacio en la cocina? A mayor tamaño, más volumen y peso.
- ¿Valorás velocidad o ritual? En café, más rápido no siempre es mejor.
Conclusión
El tamaño de las muelas no es solo una cifra técnica: es una decisión que impacta en tu rutina diaria. Elegir el diámetro adecuado para tu molinillo puede mejorar la experiencia de café sin gastar de más ni sobredimensionar el equipo. Lo importante es encontrar el equilibrio entre rendimiento, comodidad y sabor.