¿Qué elegir según tu gusto o método de preparación?

Ya conocés las diferencias entre arábica y robusta: sabor, cafeína, cuerpo, aroma, precio. Pero la gran pregunta es: ¿cuál te conviene elegir para vos?
No hay una sola respuesta. Depende de lo que buscás en una taza, tu sensibilidad al amargor o acidez, y el método que usás para prepararlo.

Hoy te doy una guía práctica para que sepas qué tipo de café elegir según tu paladar y tu método de extracción.


1. Si buscás dulzor, suavidad y elegancia → elegí arábica

✔ Ideal para:

  • Filtrados manuales (V60, Chemex, Kalita)
  • Prensa francesa
  • Espresso suave o gourmet

✔ Perfil:

  • Dulce, con acidez equilibrada
  • Aromas frutales o florales
  • Menor cafeína
  • Menos amargor

💡 Si te gusta tomar café solo y disfrutar matices complejos, el arábica es tu mejor aliado.


2. Si te gusta el café intenso, fuerte y con cuerpo → agregá robusta o elegí blends

✔ Ideal para:

  • Espresso tradicional italiano
  • Cafeteras automáticas
  • Cortados o capuccinos (resiste bien la leche)

✔ Perfil:

  • Más crema y textura espesa
  • Mayor amargor
  • Doble cantidad de cafeína
  • Notas terrosas, amaderadas, nuez o chocolate oscuro

💡 Perfecto si buscás energía y sabor fuerte, o si usás leche y querés que el café no se pierda en la mezcla.


3. ¿Y si usás café instantáneo o cápsulas?

  • La mayoría de cafés instantáneos y cápsulas baratas tienen alto contenido de robusta, por costo y rendimiento.
  • Si querés mejor sabor en ese formato, buscá cápsulas que digan “100% arábica” o blends balanceados (ej. 80/20).

4. ¿Y si tenés sensibilidad a la cafeína?

  • El arábica tiene entre 50% y 60% menos cafeína que el robusta.
  • Si te afecta la cafeína pero no querés dejar el café, buscá arábicas de tueste claro o medio.

5. ¿Y si buscás ahorrar sin resignar tanto sabor?

  • Un blend bien formulado (por ejemplo 70% arábica / 30% robusta) puede darte un buen equilibrio entre precio, sabor y cuerpo.
  • Es ideal para cafeteras italianas (moka), espresso doméstico o cafés con leche.

Conclusión

No hay uno mejor que otro: hay un café para cada persona, momento y método.
El arábica enamora con su sutileza y dulzor. El robusta golpea con su intensidad y energía. Aprendé a usarlos como herramientas para crear la experiencia que buscás en tu taza.