Puerto Blest: pioneros del café de especialidad con raíz patagónica

Puerto Blest es uno de los nombres históricos del café de especialidad en Argentina. Fundado en 2001, comenzó su camino en Bariloche, al pie de la cordillera, con una visión clara: acercar al consumidor argentino un café distinto, sin azúcar añadida ni torrefacción, y con un respeto profundo por el origen del grano.

El proyecto fue creciendo y hoy tiene sede en Villa Crespo, Buenos Aires, donde se encuentra su tienda, tostaduría y espacio de formación. A lo largo de dos décadas, Puerto Blest se mantuvo fiel a su estilo: cafés balanceados, con buen cuerpo, perfil accesible y un mensaje educativo claro para el consumidor.

Tuestan con máquinas de tambor, seleccionan granos con trazabilidad de origen y trabajan con perfiles de tueste clásicos, apuntando a la redondez y la limpieza en taza. Ofrecen cafés de origen (Colombia, Perú, Brasil, Honduras, Etiopía, entre otros), pero también blends propios y ediciones especiales según la cosecha.

Uno de los aspectos más valiosos de Puerto Blest es su compromiso con la divulgación: en colaboración con Artes Sensoriales, han impulsado cursos, catas y programas de entrenamiento para baristas, tostadores y entusiastas del café. Su enfoque formativo ha sido clave para formar a buena parte de la nueva generación cafetera del país.

Puerto Blest también ha sabido integrar su pasado con una estética actual: su marca transmite cercanía, experiencia y autenticidad. No buscan impresionar con modas pasajeras, sino construir una relación duradera entre el consumidor y el grano de café.

En un país que apenas empieza a descubrir la diversidad del café, Puerto Blest fue uno de los primeros faros. Su legado sigue vivo en cada taza, en cada curso y en cada cafetería que se animó a dar el salto hacia el café bien hecho.