Uno de los errores más comunes al usar el V60 es colocar el café directamente sobre un filtro seco. Aunque parezca un detalle menor, no enjuagar el filtro puede arruinar toda la preparación. El papel, incluso el de mejor calidad, contiene pequeñas partículas y compuestos que pueden transmitir sabores no deseados al café, como notas a cartón, madera o papel mojado.
¿Por qué prehumedecer el filtro?
- Eliminás sabores a celulosa: Incluso los filtros blanqueados dejan rastros si no se enjuagan.
- Precalentás el cono y la jarra o taza receptora: Esto evita un shock térmico que puede enfriar el café al pasar.
- Fijás mejor el filtro a las paredes del V60: Así se evitan arrugas que interrumpan el flujo del agua.
Cómo hacerlo paso a paso:
- Colocá el filtro en el V60, siguiendo la forma del cono, con el pliegue alineado al canal del gotero.
- Verté agua caliente (92–96 °C) en forma circular, cubriendo completamente el filtro. Usá suficiente agua para empaparlo bien (aproximadamente 150–200 ml).
- Dejá que el agua caiga en la jarra o taza receptora.
- Descartá esa agua. No la uses para preparar el café: contendrá restos de celulosa y posibles sabores no deseados.
- Agregá ahora el café molido y comenzá tu receta de preparación habitual.
Consejos adicionales del profesor:
- Usá agua caliente limpia, idealmente filtrada, también para el prelavado. La calidad del agua siempre influye.
- Si vas a preparar una sola taza, no uses agua en exceso para el prelavado (podés precalentar la taza por separado y no gastar de más).
- Enjuagá a conciencia si usás filtros marrones sin blanquear, ya que suelen tener un sabor más pronunciado.
- Evitá verter el agua directamente sobre el pliegue del filtro: puede debilitarlo y provocar colapsos durante la extracción.
Un buen café comienza antes de que toques los granos. La atención a los detalles, como enjuagar el filtro, es lo que separa a un aficionado casual de un verdadero amante del café filtrado.