Aunque su color y sabor lo hacen único, el chocolate Ruby cuesta más por su escasez, su proceso patentado y su posicionamiento como producto exclusivo en el mundo gourmet.
El chocolate Ruby ha conquistado la atención del público con su color rosado natural y su sabor afrutado. Pero al buscarlo en tiendas especializadas o en línea, muchos se sorprenden por su precio. ¿Por qué cuesta más que un chocolate negro o con leche de buena calidad? En este artículo te explicamos los factores que lo hacen más caro y si realmente lo vale.
Materia prima limitada
El chocolate Ruby no se puede hacer con cualquier grano de cacao. Solo se produce a partir de una variedad específica llamada «ruby cocoa beans», que tienen características genéticas únicas. Estos granos representan una fracción muy pequeña de la producción mundial de cacao, lo que significa que son más escasos desde el origen.
Procesamiento patentado
Barry Callebaut, la empresa suiza que desarrolló el chocolate Ruby, diseñó un proceso exclusivo y patentado para obtener el color y sabor del producto sin usar colorantes ni saborizantes. Este proceso requiere control extremo en la fermentación, el secado y el tratamiento posterior de los granos. Al ser una tecnología protegida, no está disponible para otros productores, lo que limita la competencia y mantiene el precio elevado.
Producción especializada
No todos los agricultores ni todas las plantas de procesamiento están capacitados para manejar el cacao Ruby. Se necesita formación, condiciones específicas y equipos adaptados. Eso genera una cadena de suministro más cara y con menor escala, que encarece cada etapa, desde la cosecha hasta el producto final.
Posicionamiento como producto premium
Desde su lanzamiento, el chocolate Ruby fue posicionado como un producto exclusivo y de alta gama. Su estética llamativa, el marketing asociado a la innovación, y la novedad en el mercado colaboran con su imagen de lujo. En muchos casos, el precio también refleja esa estrategia: no solo se paga por el sabor, sino por la experiencia diferenciada.
Distribución limitada
A diferencia del chocolate con leche o blanco, que se encuentra en cualquier supermercado, el chocolate Ruby tiene una distribución más acotada. En algunos países ni siquiera está disponible al público general, y solo puede adquirirse en chocolaterías gourmet, tiendas online especializadas o como materia prima profesional. Esta escasez relativa también influye en el precio.
Producción aún no masiva
La fabricación del chocolate Ruby todavía no alcanza la escala global que permitiría reducir costos. No hay múltiples marcas compitiendo con productos similares, y al depender de un solo proveedor principal, el precio se mantiene alto. Con el tiempo y si otros desarrollos logran alternativas similares, esto podría cambiar.
¿Vale lo que cuesta?
Depende del consumidor. Para quienes disfrutan explorar nuevos sabores, la experiencia que ofrece el chocolate Ruby puede justificar el gasto. Pero para otros, puede parecer más una curiosidad que una necesidad. Lo cierto es que su precio responde a una combinación de factores técnicos, comerciales y de posicionamiento, no solo a su color atractivo.
Conclusión
El chocolate Ruby es caro porque es raro, tecnológicamente complejo, protegido por patentes, producido a pequeña escala y comercializado como un producto exclusivo. Más allá del precio, ofrece una experiencia única que lo distingue de todos los demás tipos de chocolate. Probarlo al menos una vez vale la pena, sobre todo si sos amante del chocolate en todas sus formas.