La línea Nespresso Original fue la primera en salir al mercado y es la responsable de haber popularizado el café en cápsulas a nivel global. Su objetivo fue claro desde el inicio: brindar al usuario una experiencia de espresso similar a la de una cafetería, pero desde la comodidad del hogar. La clave fue combinar cápsulas herméticas de aluminio con máquinas de alta presión (19 bares), capaces de extraer una taza con buena crema, cuerpo e intensidad.
Las cápsulas Original contienen entre 5 y 6 gramos de café molido, lo que permite preparar espressos y lungos (tazas largas) de alta calidad. Una de sus grandes ventajas es la variedad: Nespresso ofrece una amplia gama de cafés con distintos perfiles de sabor, desde intensos y achocolatados hasta suaves, florales o afrutados. Además, hay ediciones limitadas y colecciones inspiradas en orígenes del mundo.
Este sistema también generó un mercado paralelo de cápsulas compatibles. Muchas marcas independientes ofrecen cápsulas reutilizables, compostables o simplemente más económicas, siempre manteniendo el formato original. Esto amplió el acceso a opciones más sustentables o personalizadas, aunque algunas pueden ofrecer un rendimiento inferior si no están bien diseñadas.
Las máquinas Nespresso Original son compactas, fáciles de usar y de limpiar. Algunas incluyen espumadores de leche como el Aeroccino, permitiendo crear bebidas como cappuccinos o lattes con espuma caliente o fría. Aunque no todas tienen funciones automáticas, el sistema es intuitivo y eficiente.
Esta línea es ideal para los amantes del espresso tradicional que valoran la intensidad, la crema y el ritual diario de tomar café de calidad. Su punto fuerte es la fidelidad al espresso europeo, su compatibilidad con marcas de terceros y la constancia en el resultado. Si buscás calidad sin complicaciones, Nespresso Original sigue siendo una apuesta segura.