Nakayama Estate: El café japonés que desafía los límites del sabor y el precio
En el mundo del café de especialidad, pocas variedades generan tanto asombro como el Nakayama Estate, cultivado en Okinawa, Japón. Con una producción anual de apenas 300 kilos, este café ha alcanzado precios superiores a los 300 euros por taza en cafeterías exclusivas de Europa y Asia. ¿Qué hace que este café sea tan especial?
Cultivado en el límite del «cinturón del café»
Okinawa se encuentra en el extremo norte del llamado «cinturón del café», una franja geográfica que abarca las regiones óptimas para el cultivo de café. Las condiciones climáticas de la isla, combinadas con prácticas agrícolas sostenibles y sin pesticidas, permiten el cultivo de variedades como Arabica Typica y Mundo Novo en altitudes de 150 a 500 metros sobre el nivel del mar .
Nakayama Coffee Farm: Tradición y excelencia
Desde 2015, la familia Kishimoto ha operado la Nakayama Coffee Farm en las montañas de Yambaru, al norte de Okinawa. En un terreno de aproximadamente 23,000 m², cultivan café y hierbas en armonía con la naturaleza. La finca ofrece experiencias únicas, como la cosecha y el tostado de granos, permitiendo a los visitantes participar en todo el proceso, desde la recolección hasta la degustación .
Un sabor único y exclusivo
El café Nakayama se caracteriza por su acidez brillante, notas afrutadas y un toque terroso. Según el experto en café James Hoffmann, quien probó una taza valorada en £265 (aproximadamente 335 dólares), el café presenta una buena textura, un toque de madera y es muy afrutado. Sin embargo, Hoffmann señala que, a pesar de su calidad, no considera que el sabor justifique su elevado precio .
¿Por qué es tan caro?
Varios factores contribuyen al alto precio del café Nakayama:
- Producción limitada: Con solo 300 kilos al año, su disponibilidad es extremadamente reducida.
- Condiciones de cultivo únicas: Cultivado en una región atípica para el café, las condiciones climáticas y geográficas influyen en su perfil de sabor.
- Prácticas agrícolas sostenibles: La finca utiliza métodos sin pesticidas y cosecha manual, lo que incrementa los costos de producción.
- Mano de obra local: Los salarios en Japón son más altos que en otros países productores de café, lo que se refleja en el precio final.
Una experiencia para los verdaderos entusiastas del café
Más allá de su sabor, el café Nakayama ofrece una experiencia única que combina exclusividad, tradición y un profundo respeto por la naturaleza. Para los aficionados al café de especialidad, probar una taza de Nakayama es más que una degustación; es una inmersión en la cultura cafetera japonesa y una apreciación de la dedicación detrás de cada grano.