El molinillo es una pieza clave en la preparación del café, tanto para baristas profesionales como para amantes del café en casa. Su función es simple pero crucial: transformar granos enteros en una molienda adecuada al método de preparación elegido. Pero no todos los molinillos son iguales, y elegir el correcto depende de varios factores que vamos a explorar en este primer artículo.
1. Uso doméstico vs. uso profesional
El primer paso para elegir un molinillo es definir su propósito. Si es para uso doméstico, probablemente necesitarás uno más compacto, silencioso, fácil de limpiar y con capacidad suficiente para preparar entre 1 y 4 tazas por vez. En cambio, para uso comercial (cafeterías, restaurantes o bares), es fundamental que sea robusto, rápido, con tolvas de gran capacidad, fresas de mayor diámetro y mayor resistencia al uso intensivo.
2. Tipo de molienda: homogénea y ajustable
Un buen molinillo permite ajustar el grosor de la molienda, ya que cada método de preparación (espresso, prensa francesa, V60, moka, etc.) requiere un tamaño diferente. Los molinillos de calidad ofrecen ajustes precisos y constantes, lo que permite afinar el perfil de la bebida. Esto es vital para obtener un café equilibrado y sin sabores amargos o subextraídos.
3. Molinillo de cuchillas vs. molinillo de muelas
Los de cuchillas (más baratos) trituran los granos golpeándolos, pero producen una molienda muy irregular. Son comunes en hogares pero no recomendables si se busca calidad. Los de muelas (también llamados “burr grinders”) aplastan el grano entre dos discos o conos, ofreciendo una molienda mucho más uniforme. Estos últimos son imprescindibles para espresso y cafés de especialidad.
4. Tipo de muela: plana o cónica
Las muelas planas generan una molienda muy precisa, pero suelen calentarse más. Las cónicas son más silenciosas y dispersan mejor el calor, lo que reduce la oxidación del café. En general, las cónicas son preferidas en molinillos domésticos, mientras que las planas dominan en los modelos profesionales de alto rendimiento.
5. Materiales y construcción
El material de las muelas (acero inoxidable o cerámica) influye en la durabilidad y la experiencia de uso. Las de acero son más resistentes y afiladas, ideales para cafés con grasa superficial como los tuestes oscuros. Las de cerámica no se oxidan, pero son más frágiles si se golpean.
6. Velocidad y retención
Un buen molinillo debe moler rápido pero sin recalentar el café. También debe minimizar la “retención”, es decir, la cantidad de café molido que queda atrapado dentro del molinillo entre usos. Esto es especialmente importante en espresso, donde cada gramo cuenta.
7. Estética y espacio
En el hogar, el diseño y el tamaño pueden ser factores importantes. Algunos molinillos combinan bien con cocinas modernas, ocupan poco espacio o incluso son portátiles. En entornos profesionales, la prioridad es el rendimiento y la fiabilidad.
Conclusión
Elegir un molinillo no es una decisión menor. Es el paso previo a extraer todo el potencial del grano. En los próximos artículos analizaremos los distintos tipos (manuales vs. eléctricos, por sistema de muela, por método de uso), y luego repasaremos las marcas más destacadas para cada necesidad.