El café americano no solo es una forma de preparación, es también un símbolo de independencia, costumbre y cultura nacional.
📜 Café vs. Té: la guerra comienza
La historia del café americano tiene un punto de partida político: el Boston Tea Party de 1773. Como protesta contra los impuestos británicos al té, los colonos estadounidenses arrojaron cargamentos enteros al mar. A partir de allí, el café se convirtió en un símbolo de independencia nacional.
Consumir café en lugar de té pasó a ser un gesto patriótico. Desde entonces, Estados Unidos comenzó a desarrollar una cultura cafetera propia, distinta de la europea.
🪖 El café en la guerra y el ejército
Durante la Guerra Civil estadounidense (1861–1865), el café fue parte esencial del racionamiento militar. Se distribuía en granos o molido, y era una necesidad vital para los soldados. Esta costumbre se reforzó en todas las guerras posteriores, desde la Primera Guerra Mundial hasta Vietnam, donde el café instantáneo también fue protagonista.
☕ ¿Qué es un “café americano”?
A nivel de preparación, el “café americano” moderno tiene un origen curioso: se dice que durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados estadounidenses en Italia encontraban el espresso demasiado fuerte, por lo que lo alargaban con agua caliente. Así nació el famoso americano, más suave y más largo que el espresso, pero sin perder cuerpo.
🍵 El boom del café filtrado
En la posguerra, el desarrollo de cafeteras por goteo (drip coffee makers) como las de Mr. Coffee permitió popularizar el café filtrado en casa. Se volvió un elemento fundamental del desayuno estadounidense: grandes tazas, consumo constante, y acompañamiento de reuniones laborales.
🏪 Cultura de cafetería
En los años 90 y 2000, cadenas como Starbucks redefinieron el café americano como una experiencia global. Aunque sus bebidas derivan del espresso, el concepto de tomar café en vasos grandes, con distintas leches, sabores y para llevar, se volvió un estilo de vida.