Formatos clásicos del alfajor: simple, doble o triple – ¿cuál elegimos y por qué?

A simple vista, todos los alfajores parecen cumplir una misma función: combinar galletas, relleno y cobertura en un bocado dulce. Sin embargo, el formato —la cantidad de capas, el grosor, el peso y la proporción entre sus partes— tiene un impacto directo en la experiencia de consumo. En Argentina, los formatos más comunes son el simple, el doble y el triple, y cada uno genera preferencias bien marcadas entre los consumidores.


🥇 El alfajor simple: lo clásico y equilibrado

El formato simple suele estar compuesto por dos tapas delgadas de galleta y una capa de relleno, tradicionalmente dulce de leche o fruta. Por su ligereza, es ideal como merienda liviana o como un snack rápido para acompañar el café.

Este tipo de alfajor tiene una relación más sutil entre galleta y relleno, lo que permite apreciar mejor la textura de la masa y, en muchos casos, el baño (ya sea chocolate, azúcar impalpable o glaseado).

Es el preferido por quienes buscan un alfajor menos empalagoso, más delicado o de fácil digestión. También es muy común entre adultos mayores y niños pequeños, por su tamaño y suavidad.


🥈 El alfajor doble: el punto medio argentino

El más difundido en el país, el alfajor doble tiene dos capas de galleta más gruesas, un relleno más generoso y una cobertura completa, generalmente de chocolate.

Este formato ofrece una experiencia más intensa y contundente. Es el favorito de la mayoría de los consumidores, ya que logra un buen balance entre crocancia, dulzura y cremosidad.

Además, es el más versátil: se encuentra en casi todas las marcas, en versiones clásicas, gourmet, económicas y escolares. Su relación entre tamaño, precio y sabor lo convierte en el formato más universal.


🥉 El alfajor triple: indulgencia total

El formato triple lleva el concepto al extremo: tres capas de galleta y dos de relleno, generalmente con una cobertura más espesa o decorada. Es más alto, más pesado y, muchas veces, más calórico. Pero también… más deseado.

Es ideal para quienes buscan un alfajor que no sea solo un snack, sino un postre completo. Suele tener relleno extra de dulce de leche, mousse o sabores combinados, y es el protagonista en momentos de antojo o recompensa.

Además, es el formato que más se presta a la innovación: los alfajores triples suelen incorporar ediciones especiales, sabores nuevos y estrategias de marketing llamativas.


¿Cuál elegir?

La respuesta no es única: depende del momento, del gusto personal y del propósito. Hay quienes prefieren el simple para todos los días, el doble para acompañar un café, y el triple como un mimo de fin de semana. Lo importante es entender que cada formato ofrece una experiencia distinta, y que el alfajor, aunque tenga la misma estructura básica, se transforma según su forma.