Aunque la Moka es una cafetera sencilla, muchos cometen errores que afectan la calidad de la bebida. Entender estos fallos y cómo corregirlos es clave para mejorar tu taza diaria.
1. Usar café molido demasiado fino o grueso
La molienda incorrecta es uno de los errores más frecuentes. Si es demasiado fina (tipo espresso), el agua no fluye bien, se genera sobrepresión y el café sale amargo o incluso con sabor a quemado. Si es muy gruesa, la extracción será débil y acuosa. La molienda ideal es media-fina, similar a la sal de mesa.
2. Compactar el café en el filtro
La Moka no es una máquina de espresso. Compactar el café impide el paso del agua y genera mal sabor o fugas. Solo debés nivelar el café sin presionar.
3. Llenar de más la caldera
El agua debe llegar hasta justo debajo de la válvula de seguridad. Si la sobrepasás, aumentás el riesgo de presión excesiva y afectás el perfil del café. Además, podés dañar la junta o provocar fugas.
4. No precalentar el agua
Usar agua fría en la base hace que la cafetera esté mucho tiempo al fuego, lo cual sobrecalienta el café molido antes de la extracción, generando sabores metálicos o amargos. Lo ideal es usar agua caliente en la caldera antes de colocar la Moka sobre el fuego.
5. Usar fuego alto
El fuego fuerte acelera la extracción y quema el café. Lo correcto es usar fuego bajo o medio-bajo y esperar pacientemente.
6. No retirar la Moka a tiempo
Si la dejás en el fuego hasta que el café «escupe» o hace un sonido agresivo, estás sobreextrayendo los últimos compuestos del café, que son los más amargos. Hay que retirarla apenas comienza el burbujeo final.
7. No limpiar adecuadamente
Dejar residuos de café o aceites acumulados puede alterar el sabor y dañar la cafetera. Lavá la Moka solo con agua caliente (sin detergentes) y secala bien después de cada uso.
🧠 Conclusión:
La Moka premia a quienes la usan con respeto y precisión. Evitar estos errores comunes es el primer paso para transformar una herramienta doméstica en un verdadero instrumento de calidad barista.
