El V60 es un método maravilloso para quienes buscan precisión y claridad en la taza. Pero esa precisión también significa que pequeños errores se notan mucho en el resultado. Por eso, identificar y corregir fallas es clave para mejorar la técnica y la experiencia.
A continuación, los errores más frecuentes y cómo evitarlos:
1. No enjuagar el filtro de papel
Como vimos en el artículo anterior, si no se enjuaga el filtro antes de usarlo, el café puede adquirir un sabor a cartón o humedad. Solución: siempre pretratá el filtro con agua caliente y descartá esa agua.
2. Usar la molienda incorrecta
Una molienda demasiado gruesa da como resultado un café subextraído (ácido, débil), mientras que una molienda muy fina provoca sobreextracción (amargo, pesado).
Solución: para el V60, usá una molienda media, como sal de mesa. Ajustá si notás que el café gotea muy rápido o muy lento.
3. Verter el agua sin control
El vertido agresivo, errático o sin patrón claro hace que el café se extraiga de manera desigual.
Solución: usá una tetera de cuello de ganso y verté en espiral desde el centro hacia afuera, en movimientos suaves y controlados.
4. No pesar el café y el agua
Hacer todo «a ojo» rara vez funciona con el V60. Solución: usá una balanza digital. Una proporción común es 1:16 (por ejemplo, 15 g de café por 240 ml de agua).
5. No controlar el tiempo
Un vertido demasiado rápido o lento altera el equilibrio del café.
Solución: controlá el tiempo con un cronómetro. El total debería estar entre 2:30 y 3:30 minutos, según la receta y el tipo de café.
6. Agua a temperatura incorrecta
Si el agua está muy caliente (>96 °C), podés quemar el café. Si está muy fría (<88 °C), no se extraen los sabores correctamente.
Solución: idealmente, usá agua entre 90–96 °C. Si no tenés termómetro, dejá reposar el agua 30 segundos después de hervir.
7. No usar café fresco
El V60 destaca las características del café. Si el grano está viejo, el resultado será plano.
Solución: usá café recién tostado y, si es posible, molido justo antes de preparar.
Como en toda técnica artesanal, el error no es un fracaso, sino una oportunidad de aprender. El V60 tiene la virtud de enseñarte con cada taza. Escuchá al café, ajustá, y cada intento te acercará a la perfección.