¿El café quita el mal aliento? Mito o realidad a media taza

En muchas oficinas, casas y madrugadas, el café aparece como un salvavidas. Y no solo por su efecto energizante: hay quienes lo usan como “enjuague improvisado” cuando sienten que tienen mal aliento. Pero… ¿sirve para eso realmente? ¿El café disimula el aliento fuerte o lo empeora?

La respuesta corta: es un mito que el café quite el mal aliento. De hecho, en muchos casos, puede acentuarlo.

La razón está en la propia composición del café. Aunque tiene un aroma intenso y agradable, al entrar en contacto con la saliva y las bacterias de la boca, puede dejar compuestos volátiles (como el azufre y ciertos ácidos) que provocan un aliento persistente y no muy grato. Esto se nota especialmente si el café se toma sin agua después, o si la boca ya estaba seca.

Además, el café es ligeramente ácido y astringente, lo que tiende a reducir la salivación momentáneamente. Y la saliva es fundamental para limpiar naturalmente la boca y neutralizar los compuestos que provocan mal olor. Por eso, después de una taza fuerte —sobre todo si se tomó con leche o azúcar— es común que el aliento quede menos fresco.

Ahora bien, hay una excepción: si el mal aliento es causado por el ayuno prolongado o el aliento matutino (que tiene más que ver con boca seca), el café puede estimular la producción de saliva y dar una sensación momentánea de mejora. Pero no “cura” nada: solo enmascara por unos minutos.

Entonces, ¿qué se puede hacer?

  • Si tomás café, es buena idea acompañarlo con un vaso de agua.
  • Evitá el azúcar o la leche si el aliento es un problema frecuente.
  • Y si vas a hablar de cerca, lo mejor sigue siendo el cepillado, el hilo dental y quizás un chicle sin azúcar.

En resumen: el café no es una solución para el mal aliento, y en muchos casos puede incluso intensificarlo. Aun así, con buenos hábitos, podés disfrutarlo sin preocuparte por el efecto posttaza.

Este artículo es informativo. Ante halitosis persistente, consultá con tu odontólogo o especialista en salud bucal.