El boom del café de especialidad en Argentina

En la última década, el café dejó de ser solo una bebida funcional para transformarse en una experiencia. En Argentina, este cambio se hizo visible a través del boom del café de especialidad, una corriente que prioriza la calidad del grano, el trabajo directo con productores y la preparación precisa para revelar el sabor real del café.

Pero ¿qué es el café de especialidad? Es el café que proviene de granos arábicos cultivados en condiciones ideales, recolectados a mano, procesados cuidadosamente y evaluados por catadores profesionales con una puntuación superior a 80 puntos sobre 100 según la SCA (Specialty Coffee Association). A diferencia del café industrial, no se tuesta en masa ni se mezcla con granos defectuosos, y cada lote tiene trazabilidad y origen específico.

El movimiento llegó a Buenos Aires tímidamente entre 2010 y 2012, impulsado por algunos pioneros como Lattente, Lab Coffee y Full City. Luego se sumaron cientos de cafeterías, tostadores y baristas que comenzaron a valorar el grano como un producto agrícola complejo y digno de atención.

En este contexto surgieron nuevos actores clave: los microtostadores artesanales, que compran café verde directamente de origen (a veces a través de importadores especializados) y lo tuestan con precisión para resaltar notas como frutos rojos, cítricos o chocolate. A su vez, muchos baristas comenzaron a formarse profesionalmente, tanto en Argentina como en el exterior, y contribuyeron a elevar el nivel técnico de las preparaciones.

Los métodos manuales (como V60, Chemex, prensa francesa o Aeropress) también ganaron protagonismo, desplazando al espresso como única forma “correcta” de tomar café. En muchas cafeterías, hoy se puede elegir el origen del grano, el método de extracción y hasta el tipo de molienda.

El público argentino, al principio escéptico, fue adoptando el cambio con curiosidad. La experiencia del café dejó de girar únicamente en torno al azúcar y la espuma, y pasó a tener que ver con el aroma, la acidez balanceada, la textura y la historia detrás de cada taza.

Este fenómeno no se limita a Capital Federal: ciudades como Córdoba, Rosario, Mendoza, Bariloche y La Plata también tienen hoy cafeterías de especialidad, lo que confirma que el cambio llegó para quedarse. Más que una moda, el café de especialidad en Argentina se consolidó como una nueva forma de consumir, producir y pensar el café.