El arte del vertido en V60: técnica para una extracción perfecta

Una de las grandes virtudes del V60 es el control total que ofrece sobre la extracción. Pero este control también representa un desafío: si no dominamos la técnica de vertido, podemos terminar con un café desbalanceado, plano o amargo. En este artículo, vamos a enfocarnos en cómo verter el agua correctamente para lograr una taza equilibrada y deliciosa.

La base de todo buen vertido en V60 es una tetera de cuello de ganso. Su forma permite un flujo fino y preciso, lo cual es fundamental para mantener el control sobre el caudal y la dirección del agua. El objetivo no es empapar el café de golpe, sino hidratarlo de forma pareja y gradual.

El primer paso es la preinfusión o blooming. Apenas colocamos el café en el filtro enjuagado, vertemos entre 2 a 2.5 veces el peso del café en agua caliente (por ejemplo, 30 g de agua para 15 g de café). Esto libera dióxido de carbono y prepara el café para la extracción. Dejá reposar entre 30 y 45 segundos.

Luego viene el vertido principal. En general, se recomienda verter en círculos pequeños y constantes, desde el centro hacia afuera, evitando las paredes del filtro para que el agua no pase sin tocar el café. Se puede hacer en 2 a 3 etapas, controlando los tiempos para que la extracción total no supere los 3:00 a 3:30 minutos.

Una clave: no agitar ni remover demasiado el café a menos que estés usando una receta que lo indique. Un exceso de turbulencia puede alterar la uniformidad de la extracción.

En resumen: vertido lento, controlado y paciente. El V60 premia la precisión y la atención. Cada taza puede ser una lección en sí misma sobre cómo el detalle cambia el resultado final.