Aunque la AeroPress parece simple, su versatilidad hace que cada detalle marque una gran diferencia en la taza final. Para lograr resultados óptimos, es fundamental comprender cómo interactúan las variables clave: molienda, temperatura, proporción, tiempo y método (normal o invertido).
- Molienda: La AeroPress funciona mejor con una molienda media-fina, similar al azúcar fina. Una molienda muy gruesa dará un café subextraído y débil, mientras que una muy fina puede generar amargor y dificultar el prensado.
- Temperatura: A diferencia de otros métodos, la AeroPress tolera bien un rango de 80 °C a 95 °C. Una temperatura más baja resaltará la dulzura y acidez; una más alta extraerá más cuerpo y amargor.
- Proporción café-agua: Las recetas más clásicas usan entre 14 g de café y 200 ml de agua. Podés ajustar según el perfil deseado: más café dará una bebida más intensa; más agua, una más ligera.
- Tiempo de contacto: El tiempo de inmersión suele ir de 1 a 2 minutos. Un tiempo corto dará una bebida más brillante y liviana, mientras que uno más largo intensifica el cuerpo.
- Método invertido vs. tradicional: En el tradicional, el café se extrae directamente en la taza al presionar. En el invertido, el agua y el café se mezclan con el AeroPress al revés, y se da vuelta antes de presionar. Este último método permite una inmersión completa y evita el goteo precoz, ofreciendo mayor control.
Cada ajuste modifica el perfil del café. El consejo fundamental es: experimentá una variable por vez. Llevá un registro de tus resultados y usá siempre la misma báscula, cronómetro y temperatura para lograr consistencia.