Aunque ambos se preparan con café descafeinado, el espresso y el café filtrado son dos mundos distintos en cuanto a preparación, sabor y experiencia en taza. Comprender sus diferencias es clave para elegir cuál se adapta mejor a tus gustos o momentos del día.
1. Método de extracción
- Espresso descafeinado
Se prepara bajo alta presión (aproximadamente 9 bares) y en muy poco tiempo (25 a 30 segundos), utilizando una molienda fina.
Este proceso extrae de forma intensa sabores, aceites y compuestos del café, incluso si es descafeinado. - Café filtrado descafeinado
Utiliza gravedad o goteo, con agua caliente que pasa lentamente por una molienda más gruesa. Puede demorar entre 2 y 5 minutos según el método (V60, Chemex, cafetera de goteo).
La extracción es más suave, lo que da una bebida más limpia y ligera.
2. Sabor y cuerpo
- Espresso descafeinado: tiene más cuerpo (sensación en boca), sabor concentrado y notas intensas a chocolate, frutos secos o caramelo. Ideal para quienes buscan intensidad sin cafeína.
- Filtrado descafeinado: ofrece una bebida más ligera, brillante, con mayor claridad en los sabores. Suelen percibirse más fácilmente notas frutales, florales o ácidas, según el origen del grano.
3. Contenido de cafeína residual
Ambos métodos utilizan el mismo café descafeinado, pero la extracción influye:
- El espresso, al ser más concentrado, puede tener un ligero contenido mayor de cafeína por volumen, aunque sigue siendo bajo (generalmente <5 mg por taza).
- El filtrado, al ser una taza más grande y diluida, puede aportar un poco más en total, pero menor concentración por sorbo.
4. ¿Cuál elegir?
- Elegí espresso descafeinado si:
- Te gusta un sabor fuerte y corto.
- Querés preparar capuccinos o lattes sin cafeína.
- Tenés una máquina espresso en casa.
- Elegí filtrado descafeinado si:
- Preferís una bebida para tomar lentamente.
- Disfrutás descubrir matices sutiles.
- Querés preparar una jarra para compartir o disfrutar con calma.
Conclusión
Aunque ambos parten del mismo tipo de grano, el método de extracción transforma completamente el resultado final. Ya sea que elijas espresso o filtrado, el café descafeinado puede ser delicioso y adaptarse a distintos momentos del día sin comprometer el sabor.