Diferencias entre cápsulas, pads y monodosis ESE

Aunque a simple vista parecen lo mismo —formas de preparar café de forma rápida y limpia— las cápsulas, pads y monodosis ESE (Easy Serving Espresso) son tecnologías distintas, con formatos, usos y resultados diferentes. Conocer sus diferencias es fundamental para elegir la que mejor se adapta a tus gustos, presupuesto y estilo de vida.

Las cápsulas son envases rígidos (generalmente de plástico, aluminio o materiales biodegradables) que contienen café molido herméticamente sellado. Son las más populares hoy en día gracias a marcas como Nespresso, Dolce Gusto, Lavazza A Modo Mio o Tassimo. Cada cápsula está diseñada para un sistema de máquina específico, lo que implica que no hay compatibilidad universal. Ofrecen la mayor variedad en tipos de café, aromas y estilos de preparación. Son también las más automatizadas y, en muchos casos, las más costosas por unidad.

Los pads o «cápsulas blandas» son bolsas redondas de papel filtro que contienen café molido. Son visualmente similares a una bolsita de té, aunque algo más gruesas. No están selladas al vacío, por lo tanto, pierden frescura más rápido una vez abiertas. Se utilizan en cafeteras tipo Senseo y ofrecen una experiencia más cercana al café filtrado o americano, con menos presión y sin crema intensa como en un espresso. Tienen como ventaja su bajo costo y su impacto ambiental reducido.

Por último, las monodosis ESE (Easy Serving Espresso) son pads prensados con una medida estandarizada: 44 mm de diámetro y 7 gramos de café. Fueron desarrolladas por Illy en los años 70 y son el único sistema semi-universal: muchas máquinas espresso manuales incluyen un portafiltro compatible con ESE. A diferencia de los pads blandos, estas monodosis están diseñadas para extraer espresso auténtico, con presión alta y crema. Son un gran equilibrio entre practicidad y resultado gourmet.

La elección entre cápsulas, pads y ESE depende del objetivo del consumidor. Si se prioriza la crema, la intensidad y la experiencia más cercana al espresso tradicional, las cápsulas rígidas o ESE son ideales. Si en cambio se busca una bebida más suave, tipo americano, o si se prioriza el precio y la sostenibilidad, los pads pueden ser suficientes.

También hay diferencias importantes en el impacto ambiental. Las cápsulas de plástico o aluminio requieren programas de reciclaje especiales o generan residuos persistentes si no se gestionan bien. En cambio, los pads y monodosis ESE son biodegradables y compostables en muchos casos, lo cual los hace más amigables con el medio ambiente.

En resumen, aunque todos estos formatos pertenecen al mundo del café de porción única, su tecnología, resultados y compatibilidad varían notablemente. Entender sus diferencias no solo ayuda a tomar mejores decisiones de compra, sino también a adaptar el café a tus hábitos diarios y al tipo de experiencia que querés disfrutar.