Aunque no tengas un barista al lado ni pruebes el café todavía, podés anticipar mucho sobre un espresso solo mirando cómo fluye el líquido desde el portafiltro. Esto es especialmente útil si estás en una cafetería y querés saber si lo que vas a tomar vale la pena.
1. Cola de ratón: la clave visual
El flujo del café debe formar un hilo fino y continuo, que cae suavemente en forma de “cola de ratón” (también llamada «rat’s tail»).
📌 ¿Qué indica esto?
Una buena resistencia del café molido, una presión equilibrada y una extracción pareja.
2. Comienzo lento y controlado
El espresso debe empezar goteando lentamente y luego formar ese hilo fino.
Si el chorro sale demasiado rápido desde el primer segundo, probablemente:
- El molido es muy grueso
- Hay poca cantidad de café
- O fue mal prensado
3. Color del flujo
El color debe comenzar con un tono marrón avellana (incluso algo dorado), y oscurecerse progresivamente.
- Si sale claro y débil desde el inicio, puede haber subextracción.
- Si es muy oscuro desde el principio, probablemente esté sobreextraído o el grano esté muy tostado.
4. Textura y consistencia
Un buen espresso debe caer con cierta viscosidad, no como agua. Si el flujo es demasiado líquido y delgado, es mala señal.
5. Corte en el tiempo
El espresso ideal no debería superar los 25 a 30 segundos de extracción desde que comienza a salir. Un flujo que se extiende mucho más puede ser señal de sobreextracción.
En resumen:
✔ Cola de ratón → buena señal
✖ Chorros gruesos, rotos o desparejos → mala extracción
✔ Flujo marrón cálido → correcto
✖ Flujo pálido o muy oscuro desde el inicio → problema
