¿Cómo preparar café verde en casa?

A diferencia del café tostado, el café verde no se muele con facilidad ni se prepara en máquinas convencionales. Su sabor, textura y resistencia física lo hacen un producto particular que requiere técnicas propias. En este artículo, te mostramos cómo preparar café verde en casa paso a paso, para aprovechar sus beneficios y evitar errores comunes.


🌱 ¿Qué forma de café verde vas a usar?

Antes de comenzar, es importante saber en qué presentación tenés el café:

  1. Granos enteros (los más comunes).
  2. Café verde molido grueso (ideal para decocción).
  3. Extracto en polvo o soluble (se comporta como un suplemento, no como una infusión).

Aquí nos enfocaremos en los dos primeros, ya que son los más naturales y permiten preparar una bebida sin aditivos.


🫖 Método 1: Infusión con granos enteros (estilo té)

Este método es el más tradicional.

Necesitás:

  • 1 o 2 cucharadas de granos de café verde.
  • 1 taza grande de agua (250 ml aprox).
  • Olla pequeña o hervidor.

Preparación:

  1. Enjuagá los granos bajo agua para eliminar polvo o impurezas.
  2. Colocalos en una olla con el agua fría.
  3. Calentá hasta que el agua comience a hervir, luego bajá el fuego y dejá hervir a fuego bajo por 10 a 15 minutos.
  4. Apagá el fuego, colá la bebida y dejá enfriar un poco antes de tomar.

Resultado: una bebida clara, de color amarillento o verde pálido, con sabor herbal, levemente amargo y sin cuerpo. Ideal para consumir en ayunas o antes de las comidas.


🍵 Método 2: Decocción con café verde molido

Si ya tenés el grano triturado o lo lograste moler (con molinillos potentes o licuadora de alta velocidad), podés hacer una decocción más efectiva.

Preparación:

  1. Colocá 1 cucharada de café verde molido grueso en una olla.
  2. Agregá una taza de agua.
  3. Llevá a ebullición, luego cociná a fuego bajo por 10 minutos.
  4. Colá con un filtro fino (puede dejar restos si la molienda es irregular).
  5. Serví y tomá tibio o frío.

🧊 Opcional: versión fría o con sabor

Podés preparar una versión tipo cold brew dejando los granos en remojo toda la noche en agua fría (8 a 12 horas). También podés añadir jengibre, limón, menta o canela para suavizar el sabor. El café verde puro es muy vegetal y poco aromático, así que combinarlo con hierbas puede mejorar la experiencia.


⚠️ Consejos útiles

  • No intentes usarlo en cafeteras tradicionales: los granos pueden dañar el molinillo o el portafiltro.
  • No esperes crema, cuerpo ni aroma como el café tostado. Es una bebida más parecida a una infusión funcional.
  • Guardá los granos en un frasco hermético, lejos de la luz y la humedad.

Conclusión:
Preparar café verde en casa es fácil, pero requiere entender que no se comporta como el café clásico. Es una bebida suave, funcional y distinta, ideal para quienes buscan alternativas saludables. Con pocos elementos y algo de paciencia, podés disfrutar de sus beneficios de forma segura y natural.