A diferencia del café tostado, el café verde no se muele con facilidad ni se prepara en máquinas convencionales. Su sabor, textura y resistencia física lo hacen un producto particular que requiere técnicas propias. En este artículo, te mostramos cómo preparar café verde en casa paso a paso, para aprovechar sus beneficios y evitar errores comunes.
🌱 ¿Qué forma de café verde vas a usar?
Antes de comenzar, es importante saber en qué presentación tenés el café:
- Granos enteros (los más comunes).
- Café verde molido grueso (ideal para decocción).
- Extracto en polvo o soluble (se comporta como un suplemento, no como una infusión).
Aquí nos enfocaremos en los dos primeros, ya que son los más naturales y permiten preparar una bebida sin aditivos.
🫖 Método 1: Infusión con granos enteros (estilo té)
Este método es el más tradicional.
Necesitás:
- 1 o 2 cucharadas de granos de café verde.
- 1 taza grande de agua (250 ml aprox).
- Olla pequeña o hervidor.
Preparación:
- Enjuagá los granos bajo agua para eliminar polvo o impurezas.
- Colocalos en una olla con el agua fría.
- Calentá hasta que el agua comience a hervir, luego bajá el fuego y dejá hervir a fuego bajo por 10 a 15 minutos.
- Apagá el fuego, colá la bebida y dejá enfriar un poco antes de tomar.
Resultado: una bebida clara, de color amarillento o verde pálido, con sabor herbal, levemente amargo y sin cuerpo. Ideal para consumir en ayunas o antes de las comidas.
🍵 Método 2: Decocción con café verde molido
Si ya tenés el grano triturado o lo lograste moler (con molinillos potentes o licuadora de alta velocidad), podés hacer una decocción más efectiva.
Preparación:
- Colocá 1 cucharada de café verde molido grueso en una olla.
- Agregá una taza de agua.
- Llevá a ebullición, luego cociná a fuego bajo por 10 minutos.
- Colá con un filtro fino (puede dejar restos si la molienda es irregular).
- Serví y tomá tibio o frío.
🧊 Opcional: versión fría o con sabor
Podés preparar una versión tipo cold brew dejando los granos en remojo toda la noche en agua fría (8 a 12 horas). También podés añadir jengibre, limón, menta o canela para suavizar el sabor. El café verde puro es muy vegetal y poco aromático, así que combinarlo con hierbas puede mejorar la experiencia.
⚠️ Consejos útiles
- No intentes usarlo en cafeteras tradicionales: los granos pueden dañar el molinillo o el portafiltro.
- No esperes crema, cuerpo ni aroma como el café tostado. Es una bebida más parecida a una infusión funcional.
- Guardá los granos en un frasco hermético, lejos de la luz y la humedad.
Conclusión:
Preparar café verde en casa es fácil, pero requiere entender que no se comporta como el café clásico. Es una bebida suave, funcional y distinta, ideal para quienes buscan alternativas saludables. Con pocos elementos y algo de paciencia, podés disfrutar de sus beneficios de forma segura y natural.