Elegir un buen café descafeinado no es tan simple como buscar el que diga “sin cafeína” en la etiqueta. Para asegurar una buena experiencia en la taza, es necesario prestar atención a tres aspectos clave: el método de descafeinización, el origen del café, y la información que aparece en el empaque.
1. Método de descafeinización
Este dato no siempre está visible, pero los mejores productores lo incluyen. Los más recomendables son:
- Método Suizo de Agua: natural, sin químicos, excelente conservación del sabor.
- CO₂ supercrítico: moderno, costoso, pero muy eficaz y limpio.
- Acetato de etilo natural (procesado con caña): ideal para quienes buscan algo más natural, con buen balance.
Evita si es posible los cafés donde no se detalla el método usado, ya que suelen ser procesos industriales con cloruro de metileno, que aunque seguros, pueden afectar el sabor si no están bien controlados.
2. Origen y variedad del grano
Aunque tradicionalmente se usaban cafés de menor calidad para los descafeinados, hoy muchas marcas de especialidad ofrecen cafés descafeinados de origen único (single origin). Buscar el país de origen (Colombia, Etiopía, Brasil), la altitud y la variedad (como Caturra, Bourbon, etc.) es una señal de que estás frente a un café trabajado con más cuidado.
3. Etiqueta y tueste
Prefiere empaques que indiquen:
- Fecha de tueste (no fecha de vencimiento).
- Método de preparación recomendado (espresso, prensa francesa, filtro).
- Notas de cata: aunque es café descafeinado, un buen productor te dirá si tiene notas a chocolate, frutos secos, cítricos, etc.
También es recomendable buscar sellos como “café de especialidad”, orgánico, o Fair Trade, si valoras procesos sostenibles y éticos.
Por último, si compras café en grano, pide que te lo muelan según tu método de preparación. Un buen molido adaptado marca una gran diferencia.
En definitiva, un buen café descafeinado no se elige al azar. Se reconoce por la transparencia en su proceso, la calidad de su origen y el cuidado con que ha sido tostado y empaquetado. Como cualquier buen café, también merece atención y respeto.