Cómo conservar el chocolate rallado correctamente

El chocolate rallado, por su formato suelto y su exposición al aire, puede perder aroma, sabor y textura si no se conserva de forma adecuada. A diferencia de una tableta compacta, sus partículas finas son más sensibles a la humedad, el calor y los olores del ambiente. En este artículo, te explicamos cómo guardarlo para que se mantenga fresco y listo para usar en todo momento.

1. Usá un recipiente hermético

Una vez rallado, lo ideal es transferir el chocolate a un frasco o tupper hermético. Esto evita el contacto con el aire y con la humedad, factores que aceleran el deterioro del chocolate.

También se puede usar una bolsa tipo ziplock, siempre que esté bien cerrada y sin aire en su interior.

2. Guardalo en un lugar fresco, seco y oscuro

La temperatura ideal para conservar chocolate rallado está entre 16 °C y 20 °C. No debe recibir luz solar directa, ni estar cerca de fuentes de calor como hornos o cafeteras. Una alacena interior o una despensa es el lugar perfecto.

Nunca lo guardes al lado de alimentos de olor fuerte como especias o cebollas: el chocolate absorbe fácilmente los aromas externos.

3. Evitá la heladera

El frío excesivo genera condensación cuando el chocolate vuelve a temperatura ambiente. Esto no solo altera la textura, sino que puede producir una capa blanquecina llamada “bloom”, causada por la migración de grasa o azúcar.

La heladera solo debe usarse en casos extremos, como en verano y sin aire acondicionado. En ese caso, envolvelo muy bien en papel film y luego en un recipiente cerrado.

4. Almacenalo por tipo

Si vas a rallar diferentes tipos de chocolate (blanco, con leche, amargo), lo ideal es guardarlos por separado. Cada uno tiene un sabor y aroma distinto que no conviene mezclar, especialmente si los vas a usar para decoración.

5. Usalo pronto

Aunque el chocolate rallado puede durar varias semanas en buenas condiciones, lo mejor es usarlo en un plazo de 1 a 2 semanas para disfrutar de todo su aroma y frescura. Con el tiempo, pierde intensidad de sabor.


Conclusión:
Conservar el chocolate rallado no es complicado, pero requiere cuidado. Si lo almacenás bien, siempre tendrás a mano una opción deliciosa y lista para decorar, mezclar o disfrutar.