El Coffee Tonic clásico es la receta que dio origen a esta tendencia efervescente. Sencilla, elegante y absolutamente refrescante, esta bebida combina un espresso caliente con agua tónica bien fría y hielo. El resultado es una explosión de burbujas y sabores: amargor, dulzura, notas tostadas y un final seco que la hace ideal para tardes calurosas o como alternativa sofisticada al iced coffee tradicional.
Su éxito radica en la simplicidad de sus ingredientes y en la sorpresa que genera en quienes lo prueban por primera vez. ¿Café con tónica? Sí, y funciona mejor de lo que imaginás.
¿A qué sabe?
- El espresso aporta intensidad, cuerpo y notas amargas o frutales
- La tónica ofrece dulzor ligero, burbujas y un toque amargo herbal
- Juntos forman una bebida que no es dulce ni ácida, sino compleja y equilibrada
Receta del Coffee Tonic clásico
Ingredientes:
- 1 shot de espresso (recién hecho)
- 150–200 ml de agua tónica (bien fría)
- Hielo en cubos
- Rodaja de lima, pomelo o limón (opcional)
Preparación paso a paso:
- Llená un vaso largo con hielo hasta arriba.
- Verté la tónica lentamente sobre el hielo.
- Prepará el espresso y, apenas lo tengas, vertelo muy despacio sobre el dorso de una cuchara, justo por encima del hielo y la tónica. Esto ayuda a que el café flote sobre la bebida y se forme una capa visual clara.
- Decorá con una rodaja de cítrico si querés un aroma extra.
Tips para un Coffee Tonic perfecto:
- Usá tónica de buena calidad, con burbuja firme y sabor neutro o ligeramente herbal.
- El café debe tener acidez limpia y preferentemente un tueste medio o claro. Un café etíope o colombiano funciona muy bien.
- No mezcles: la gracia está en que los sabores se mezclen en boca, no en el vaso.
El Coffee Tonic clásico es la mejor puerta de entrada a esta tendencia. Con pocos ingredientes y sin azúcar ni leche, es ligero pero sofisticado, ideal para quienes quieren una experiencia refrescante que respete el carácter del café.