Fundado en 2007 en Copenhague por un equipo de baristas y tostadores liderado por Klaus Thomsen (Campeón Mundial de Baristas 2006), Coffee Collective ha marcado un antes y un después en la forma de entender el café en Europa. No solo ofrecen algunos de los cafés más complejos del mercado, sino que lo hacen con un modelo cooperativo basado en la transparencia, sostenibilidad y respeto por el productor.
Un colectivo con propósito
Coffee Collective no es una empresa tradicional: es un colectivo de profesionales que comparte la propiedad y toma de decisiones. Desde sus inicios, han buscado transformar la cadena de valor del café hacia un sistema más justo, eliminando intermediarios innecesarios y estableciendo relaciones directas y duraderas con los agricultores.
Publican cada año los precios que pagan por sus cafés en origen, y esos valores suelen ser entre 2 y 4 veces mayores que los precios de comercio justo. Este nivel de apertura los ha convertido en un referente ético en la industria.
Tostado y estilo sensorial
El estilo escandinavo de Coffee Collective se basa en tuestes ligeros, diseñados para resaltar los atributos naturales del grano: frutas frescas, florales, acidez limpia y dulzura integrada. Evitan sabores tostados o amargos, y cada origen se trata con un perfil individual ajustado al lote y la temporada.
Utilizan equipos Loring y Probat en su tostador central de Frederiksberg, y publican fichas técnicas con curvas de tueste y parámetros de preparación ideales.
Tiendas como espacios de encuentro
Coffee Collective cuenta con varias cafeterías en Copenhague (Torvehallerne, Jægersborggade, Godthåbsvej, entre otras), todas diferentes en diseño pero unificadas en calidad. Son espacios abiertos, sin cajas ni mostradores tradicionales, donde el barista conversa directamente con el cliente, promoviendo una cultura de hospitalidad cercana.
Además, capacitan a baristas y consumidores mediante catas abiertas y talleres prácticos.
Innovación continua
Más allá del tueste y el servicio, el colectivo ha impulsado proyectos técnicos con agricultores para mejorar la fermentación, secado y procesamiento del café. Han trabajado en origen con fincas en Kenia, Guatemala, Etiopía y Honduras, llevando tecnología y conocimiento directamente al campo.
Su café ha sido elegido por campeones de competencias internacionales y ha influido en decenas de tostadores emergentes en Europa y Asia.
Coffee Collective es mucho más que una marca de café: es una declaración de principios. Su modelo de negocio transparente, su enfoque nórdico de sabor limpio y su profundo respeto por el productor lo convierten en uno de los proyectos más coherentes, influyentes y admirados en el mundo del café de especialidad.