Caffè Florian – El café más antiguo de Italia y símbolo de Venecia

Fundado el 29 de diciembre de 1720, el Caffè Florian es no solo el café más antiguo de Venecia, sino también uno de los más antiguos y prestigiosos del mundo. Ubicado bajo los arcos de las Procuradurías Nuevas, en plena Piazza San Marco, este café ha sido testigo de más de tres siglos de historia, arte, política y cultura.

Originalmente llamado Alla Venezia Trionfante, su nombre cambió en honor a su fundador, Floriano Francesconi, y rápidamente se convirtió en un punto de reunión esencial de la vida veneciana. Desde sus comienzos, el Florian fue innovador: fue uno de los primeros cafés en admitir mujeres, en una época en la que los cafés eran dominios exclusivamente masculinos. Esto atrajo a un público diverso y convirtió al lugar en un símbolo de apertura y modernidad.

Entre sus asiduos visitantes se encuentran personajes como Carlo Goldoni, Giacomo Casanova, Lord Byron, Marcel Proust, Goethe, Wagner y Charles Dickens. Casanova, en particular, lo frecuentaba por su ambiente cosmopolita y por la posibilidad de interactuar con mujeres, algo inusual en la Europa del siglo XVIII.

En el siglo XIX, el Caffè Florian se convirtió en un importante centro de debate político durante el Risorgimento, el movimiento de unificación italiana. Más tarde, a comienzos del siglo XX, también fue un espacio privilegiado para los artistas y pensadores que visitaban la Bienal de Venecia, y continúa hoy siendo un lugar asociado con el arte, ya que participa activamente como sede oficial de eventos culturales.

La decoración del café es una obra de arte en sí misma. Sus salones interiores, con nombres como La Sala Cinese, La Sala del Senato o La Sala degli Uomini Illustri, están decorados con frescos, espejos, molduras doradas y mármoles que evocan el esplendor de la Venecia barroca. Todo el lugar conserva una atmósfera de lujo clásico y romanticismo que cautiva tanto a visitantes ocasionales como a amantes del pasado.

Actualmente, el Florian continúa sirviendo cafés, tés, pasteles y platos gourmet, con una orquesta en vivo en la terraza cuando el clima lo permite. No es solo un café: es una experiencia sensorial, cultural e histórica que representa la esencia misma de Venecia.