En el número 112 de la Rua de Santa Catarina, la calle peatonal más emblemática de Oporto, se encuentra el Café Majestic, una verdadera joya de la arquitectura y uno de los cafés más encantadores del mundo. Inaugurado en 1921, fue concebido originalmente como el “Elite”, pero pronto adoptó el nombre con el que haría historia: Majestic.
Desde su apertura, el café fue símbolo de lujo y refinamiento. Su arquitectura se inscribe dentro del estilo Belle Époque, con fuertes influencias del Art Nouveau francés: grandes espejos, molduras talladas a mano, columnas ornamentadas, candelabros de bronce, mármoles, maderas nobles y una fachada imponente que aún hoy atrae a locales y visitantes por igual.
Durante los años 20 y 30, el Majestic fue el centro social de la alta sociedad de Oporto. Era el lugar predilecto para charlas, tertulias, conciertos íntimos y encuentros entre artistas, escritores y pensadores. El ambiente sofisticado y su privilegiada ubicación lo convirtieron rápidamente en un punto de referencia para la vida cultural de la ciudad.
Un dato curioso es que J.K. Rowling, autora de Harry Potter, vivió en Oporto a comienzos de los años 90 y solía escribir en el Majestic mientras trabajaba como profesora de inglés. Se dice que allí comenzó a desarrollar ideas para su famosa saga, inspirada, en parte, por la atmósfera mágica del lugar.
Durante las décadas siguientes, el café atravesó periodos de decadencia y fue incluso cerrado por un tiempo. Pero en 1994 fue restaurado cuidadosamente, devolviéndole su esplendor original y reabriendo sus puertas como uno de los símbolos culturales más importantes de Oporto.
Hoy, el Café Majestic ofrece mucho más que un excelente café: su carta incluye repostería portuguesa, desayunos y almuerzos elegantes. Pero, sobre todo, ofrece una experiencia estética y emocional, donde cada rincón parece sacado de una postal del pasado.
Entrar al Majestic es viajar en el tiempo. Es sentarse donde se sentaron soñadores, escritores, músicos y viajeros que, como hoy, buscaban en una taza de café el reflejo de una ciudad hermosa y nostálgica.