No hay relleno más audaz que un licor. Un bombón relleno de licor no se esconde. Tiene personalidad, presencia, y muchas veces, historia. Es una pieza que despierta los sentidos con un toque cálido y profundo, en contraste con la firmeza del chocolate.
En la boca, el licor se siente como un susurro fuerte: cálido, aromático, persistente. Una pequeña dosis de sofisticación en cada bocado.
¿Qué licores se usan más comúnmente?
- Ron: cálido, dulce, especiado. Se lleva muy bien con chocolate con leche y amargo.
- Whisky: más seco y complejo, ideal para bombones elegantes.
- Licor de cereza (Kirsch): clásico en bombones tipo Mon Chéri, combina dulzor y fruta.
- Amaretto: con sabor a almendra amarga, muy usado en bombonería italiana.
- Cointreau o Grand Marnier: cítricos, perfumados, excelentes con chocolate negro.
- Licor de café: intenso, combina dulzor con notas tostadas.
¿Cómo se elabora este tipo de bombón?
El licor puro, por sí solo, no puede ir dentro del bombón: rompería la cobertura. Por eso, se suele:
- Mezclar con ganache o almíbar para hacerlo más estable
- Encapsular en un “bombón líquido”, usando una técnica de doble capa
- O en algunos casos, trabajar con moldes especiales que permiten mantener el centro líquido
La cobertura debe estar perfectamente sellada, ya que cualquier falla puede hacer que el relleno se filtre.
¿Cómo se reconocen?
- Suelen tener formas redondeadas o tipo cúpula
- En cajas surtidas, se etiquetan con el nombre del licor
- Si son de licor líquido, al morderlos se siente una explosión tibia, muy distinta a un bombón cremoso
- El aroma también los delata: ya desde el envoltorio se perciben notas alcohólicas, vainilla, madera o frutas
¿Qué tipo de chocolate se usa?
- Chocolate amargo (60–75 %): es el más usado, porque equilibra el dulzor del licor
- Chocolate con leche: ideal para licores suaves como Baileys o licor de avellanas
- Chocolate blanco: menos común, pero muy efectivo con licores florales o frutales
¿Para quién son ideales?
- Para adultos que disfrutan de sabores intensos y complejos
- Para amantes de los destilados y tragos clásicos
- Para regalar en ocasiones especiales, como aniversarios, fiestas, celebraciones
- Para maridar con whisky, vino dulce, café espresso o incluso un buen coñac
Un bombón con licor no es para todos los días. Es para una noche especial, una sobremesa, una charla que se alarga. Es el bombón que cierra la caja con un guiño.
Y como todo buen licor, no se olvida.