El mercado argentino de alfajores ofrece una enorme variedad de opciones, pero detrás de esa diversidad hay dos grandes caminos de elaboración: el alfajor industrial y el artesanal. Ambos conviven, compiten, y muchas veces se complementan. Pero, ¿cuáles son sus verdaderas diferencias? ¿Se nota en el sabor? ¿Influye en la calidad? ¿O es simplemente una cuestión de percepción?
🏭 Alfajor industrial: eficiencia y masividad
Los alfajores industriales son aquellos producidos en grandes volúmenes, mediante procesos automatizados en fábricas que suelen abastecer a nivel nacional o regional.
Características principales:
- Homogeneidad: cada alfajor tiene exactamente el mismo peso, grosor y presentación.
- Conservación prolongada: gracias al uso de conservantes o empaques sellados al vacío, pueden durar varios meses.
- Distribución masiva: están en kioscos, supermercados, estaciones de servicio y plataformas online.
- Precio competitivo: por economía de escala y distribución eficiente.
- Menor variedad por lote, pero más consistencia.
Ejemplos clásicos: Jorgito, Guaymallén, Terrabusi, Fantoche, Milka.
🧑🍳 Alfajor artesanal: identidad, sabor y cercanía
Los alfajores artesanales se producen en pequeños o medianos talleres, muchas veces familiares, sin automatización total y con recetas propias.
Características distintivas:
- Sabor más casero o personal: pueden variar entre lotes según clima, ingredientes o manos que los preparan.
- Menor vida útil: al no usar conservantes en grandes cantidades, duran menos pero son más frescos.
- Ingredientes seleccionados: en muchos casos se usa dulce de leche artesanal, harinas especiales o cobertura real de chocolate.
- Presentación más rústica o creativa, ideal para regalos o turismo gastronómico.
Ejemplos típicos: marcas de ferias regionales, alfajores marplatenses premium, emprendimientos boutique.
⚖️ ¿Cuál es mejor?
No hay una única respuesta. Todo depende de lo que se valore más:
Criterio | Industrial | Artesanal |
---|---|---|
Precio | Más accesible | Generalmente más alto |
Sabor | Estable y confiable | Más intenso o casero |
Vida útil | Larga (ideal para stock o viajes) | Más corta (consumo rápido) |
Variedad | Limitada a sabores populares | Alta creatividad |
Presentación | Estandarizada | Atractiva o personalizada |
Impacto emocional | Nostálgico, “el de siempre” | Único, con historia |
Una elección con sabor propio
Hoy, el consumidor argentino tiene acceso a ambos mundos. Algunos compran industriales por hábito o practicidad, y eligen artesanales para momentos especiales. Otros, al revés, apuestan por lo artesanal como un estilo de vida.
Lo importante es que ambos tipos coexisten, se reinventan y nutren una cultura alfajorera cada vez más rica, diversa y emocionante.