Rarezas extremas del mundo alfajorero: del coleccionismo obsesivo al alfajor diplomático

El alfajor es tan querido y cotidiano en Argentina que a veces roza lo insólito. En este artículo reunimos algunas de las rarezas más extremas, que demuestran hasta dónde puede llegar el fanatismo (y la imaginación) alrededor de esta golosina nacional:

📚 1. El coleccionista que guarda un alfajor desde 1982 (y nunca lo abrió)

Un coleccionista de Rosario conserva en una caja hermética un alfajor Terrabusi triple de chocolate comprado durante el Mundial de España 1982. Dice que lo compró como “cábala”, nunca lo abrió y hoy es una reliquia de su colección, aunque está completamente fosilizado. No lo vende por nada del mundo.

🧾 2. El primer alfajor con QR incorporado

Una marca artesanal de Córdoba lanzó en 2023 una edición especial de alfajores con un código QR impreso comestible en la cobertura. Al escanearlo con el celular, dirigía al comprador a un video donde el pastelero contaba la historia detrás de esa receta. Una fusión de tradición y tecnología.

📸 3. Un alfajor en la foto oficial de una embajada

Durante un evento de celebración del Día de la Independencia en la embajada argentina en París, en una de las fotos oficiales se ve sobre la mesa principal una bandeja repleta de alfajores de distintas marcas nacionales. La imagen fue compartida por medios franceses con el titular: “L’Argentine présente son icône sucrée” (“Argentina presenta su ícono dulce”).

⛔ 4. El alfajor que fue retirado del mercado por ser “demasiado adictivo”

En 1998, una pequeña fábrica de La Plata sacó al mercado un alfajor bañado en doble capa de chocolate con un relleno de dulce de leche mezclado con crema de avellanas. Aunque el producto fue un éxito rotundo, su alto contenido calórico y su precio bajo generaron críticas de nutricionistas y asociaciones de consumidores. Se dejó de fabricar al poco tiempo, y hoy es buscado como objeto de culto.

🔮 5. La tarotista que leía el futuro según el alfajor elegido

En una feria mística de San Telmo, una tarotista ofrecía lecturas no con cartas, sino con… alfajores sorpresa. El consultante elegía uno entre cinco envoltorios sin marca visible, y según el tipo (de fruta, maicena, triple, etc.), la mujer interpretaba mensajes sobre la vida amorosa, laboral o espiritual del cliente. Lo llamaba “alfajorología energética”. Y cobraba en efectivo o con dulces.

🥶 6. El alfajor congelado que llegó a la Antártida

En una misión científica argentina en la Base Marambio, los investigadores recibieron como parte de su provisión cajas de alfajores especialmente acondicionados para resistir temperaturas extremas. La anécdota más llamativa: uno de ellos se olvidó una caja en el exterior por error, y seis meses después… ¡los alfajores seguían intactos y comestibles!


El universo del alfajor está lleno de historias que parecen salidas de una novela de realismo mágico, pero que forman parte del folclore moderno argentino. Cuanto más se lo observa, más se convierte en un espejo de lo que somos: dulces, exagerados, nostálgicos, y a veces, deliciosamente extraños.