¿Es el café bueno o malo para la salud? Una visión general basada en evidencia

Durante años, el café fue objeto de controversia. Se lo acusó de causar hipertensión, úlceras, insomnio y hasta arritmias. Sin embargo, la ciencia ha avanzado, y hoy podemos ofrecer una mirada más justa y matizada.

Primero, debemos entender que el café no es solo cafeína. Una taza contiene más de ochocientos compuestos bioactivos, entre ellos antioxidantes, ácidos fenólicos, diterpenos y minerales. Esto significa que su impacto en el organismo va mucho más allá del simple efecto estimulante.

La mayoría de los estudios observacionales y meta-análisis actuales coinciden en que el consumo moderado (entre 2 y 4 tazas por día) está asociado con menor riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2, Parkinson, Alzheimer y ciertos tipos de cáncer, como el hepático.

Además, el café parece tener efectos protectores sobre el hígado y el sistema cardiovascular, aunque esto depende del tipo de café, del modo de preparación y de la sensibilidad individual.

Por otro lado, es cierto que en personas con predisposición a la ansiedad, insomnio o hipertensión mal controlada, un exceso de café puede ser contraproducente. Aquí la clave está en la moderación y el conocimiento del propio cuerpo.

En resumen, el café no es ni un villano ni una panacea. Es una bebida compleja, con propiedades beneficiosas bien documentadas cuando se consume con inteligencia y dentro de un estilo de vida saludable.

Este artículo tiene fines informativos. Ante cualquier duda o condición médica, es fundamental consultar con un profesional de la salud.