10 ejercicios prácticos
Evaluar la crema no es solo mirarla, sino observar cómo se comporta, cómo reacciona y cuánto dura. Estos ejercicios te ayudarán a entrenar el ojo y el paladar para saber cuándo la crema está bien lograda… y cuándo no.
1. Prueba del color
Observá si el tono es avellana uniforme. Si ves zonas muy oscuras (quemado) o claras/grisáceas (mal tueste o café viejo), hay un problema.
2. Prueba de persistencia
Esperá 60 segundos después de servir. Una buena crema permanece intacta o se contrae lentamente. Si desaparece antes, la extracción fue deficiente o el café no es fresco.
3. Prueba del azúcar
Colocá una cucharadita de azúcar sin revolver. Si flota brevemente antes de hundirse, la crema tiene buena densidad y elasticidad.
4. Prueba del trazo
Con una cucharita, hacé una línea en la crema. En una buena crema, la marca se cierra lentamente. Si se disuelve al instante, la crema es débil.
5. Comparación entre cafés
Prepará dos cafés con distinto grano o tueste. Observá qué crema genera más estabilidad, color parejo y persistencia. Tomá nota de la diferencia.
6. Crema al remover
Remové el espresso una sola vez. En un café bien extraído, la crema se integra y forma una textura uniforme; en uno malo, se rompe en espuma.
7. Prueba del aroma
Acercá la nariz sin revolver. La crema actúa como tapa aromática. Si no hay aroma o es plano, puede indicar que el grano está viejo o mal tostado.
8. Comparación de espresso simple vs. doble
Prepará un espresso simple y otro doble. Un buen barista logra crema consistente en ambos, a pesar del volumen.
9. Análisis al enfriarse
Observá cómo evoluciona la crema en 3–5 minutos. Si queda una capa aceitosa uniforme, es buena señal. Si desaparece o burbujea, hubo un fallo.
10. Prueba visual desde abajo
Si usás una taza de vidrio, mirá desde abajo. Una crema estable se verá como una capa homogénea, sin espacios huecos o burbujas grandes.
